¿Qué son los Liabilities? El papel de las obligaciones financieras en la salud de tu startup

Cuando una startup empieza a crecer, los conceptos contables y financieros se vuelven cada vez más relevantes para la toma de decisiones estratégicas. Entre ellos, el término liabilities (obligaciones o pasivos) es uno de los pilares fundamentales para entender la situación financiera real de cualquier empresa, especialmente en contextos de financiación pública, privada o de venture capital.

Comprender a fondo los liabilities permite a los emprendedores anticipar riesgos, negociar mejor con inversores y optimizar su estructura financiera.

¿Qué son los Liabilities?

En términos simples, los liabilities (pasivos) representan todas aquellas obligaciones financieras que tiene la empresa con terceros. Es el dinero que la compañía debe pagar en el futuro como consecuencia de deudas, compromisos contractuales o responsabilidades adquiridas.

En el balance contable, los liabilities se sitúan en el lado derecho, junto al patrimonio neto, y se materializan principalmente en dos categorías:

Liabilities a corto plazo (current)

  • Proveedores: facturas pendientes < 12 meses.
  • Deuda financiera: pólizas de crédito, líneas factoring o préstamos puente.
  • Obligaciones fiscales y laborales: IVA, retenciones de IRPF, cuotas a la Seguridad Social.
  • Anticipos de clientes: ingresos adelantados que generan compromisos de entrega.

Liabilities a largo plazo (non‑current)

  • Préstamos bancarios: > 12 meses, habitualmente con garantías.
  • Financiación pública diferida: ENISA, CDTI, Horizonte Europa, ICO.
  • Leasing / renting tecnológico: servidores, maquinaria o flotas.
  • Contratos a largo plazo: alquileres, venture debt, obligaciones convertibles.

¿Por qué es clave entender los liabilities en el ecosistema startup?

Dentro del ecosistema emprendedor, los liabilities representan mucho más que simples cifras en el balance contable. Su correcta interpretación permite a los fundadores tener una visión clara de la salud financiera de su compañía, anticiparse a riesgos potenciales y, sobre todo, tomar decisiones informadas a la hora de diseñar su estrategia de crecimiento.

En el caso de las startups, donde los modelos de negocio suelen estar intensamente apalancados en sus primeras fases (tanto por la necesidad de inversión en I+D, de captación de clientes o internacionalización), entender en detalle los compromisos financieros asumidos resulta crítico. Un endeudamiento sostenible puede ser una herramienta de aceleración, permitiendo a la empresa alcanzar hitos clave antes de nuevas rondas de financiación. Sin embargo, un sobreendeudamiento o una estructura de pasivo mal diseñada puede ahogar los flujos de caja y condicionar negativamente el futuro de la compañía.

Además, conocer a fondo los liabilities permite a los fundadores gestionar las relaciones con los distintos agentes financieros del ecosistema: desde inversores privados, venture capital, entidades bancarias hasta organismos públicos de financiación. Cada uno de ellos valorará no solo el importe absoluto de la deuda, sino también su naturaleza, sus condiciones y su alineación con el plan de negocio proyectado.

Por ello, la gestión de los liabilities no puede abordarse como un tema puramente administrativo. Se trata de un eje central en la estrategia financiera de cualquier startup que aspire a un crecimiento sólido, ordenado y atractivo para el mercado inversor.

¿Es siempre negativo tener liabilities?

Existe una concepción bastante extendida entre los emprendedores primerizos de que cualquier deuda es peligrosa por definición. Sin embargo, en el ámbito empresarial, el endeudamiento (bien diseñado y gestionado) puede ser una palanca de crecimiento. De hecho, es habitual que los negocios de alto crecimiento recurran a diferentes instrumentos de deuda para financiar el desarrollo de producto, expansión de mercado o contratación de talento clave.

El endeudamiento, por tanto, no es en sí mismo un problema. Lo que realmente marca la diferencia es su proporción respecto a la capacidad de generación de caja de la empresa, su coste financiero, su flexibilidad contractual y su encaje estratégico. Por ejemplo, una línea de financiación pública como ENISA o CDTI, con condiciones de interés muy favorables y plazos amplios de amortización, puede ser una herramienta óptima para financiar fases tempranas sin provocar una dilución excesiva en el capital de los fundadores.

No obstante, el peligro aparece cuando los compromisos de deuda superan la capacidad operativa de la empresa para atenderlos, especialmente si los flujos de caja proyectados no se materializan al ritmo esperado. Asimismo, deudas con tipos de interés elevados, cláusulas rígidas o garantías personales pueden condicionar negativamente la flexibilidad financiera de la compañía.

Por ello, el endeudamiento no debe evitarse por miedo, pero sí gestionarse con rigor, previsión y asesoramiento profesional, integrándolo siempre en una estrategia financiera global que considere tanto las necesidades presentes como los objetivos futuros de la startup.

El impacto de los liabilities en la valoración de la startup

Cuando una startup se prepara para levantar capital, los inversores, especialmente fondos de venture capital, analizan detenidamente su estructura financiera. Uno de los primeros aspectos que revisan es el nivel de endeudamiento total, es decir, cuánto debe la empresa en relación con sus recursos propios. Un cierto nivel de deuda es normal e incluso puede ser positivo, pero si el volumen de pasivos es excesivo respecto al capital de los fundadores o de anteriores rondas, puede generar señales de alarma. Los inversores interpretan esto como un posible riesgo de insolvencia futura o falta de capacidad para asumir nuevas obligaciones.

Más allá del importe total, los inversores profundizan en tres aspectos clave:

  1. Capacidad de pago. Evalúan si la empresa genera suficiente caja para afrontar los pagos de la deuda en el corto y medio plazo. A esto se le llama ratio de cobertura del servicio de deuda (Debt Service Coverage Ratio, o DSCR). Una buena señal es que los ingresos recurrentes o el margen operativo sean capaces de cubrir con holgura las cuotas.
  2. Condiciones contractuales. No todas las deudas son iguales. Algunas incluyen cláusulas que pueden anticipar su vencimiento si la empresa no cumple ciertos hitos (cláusulas de aceleración), o exigir avales personales por parte de los fundadores. Estas condiciones se analizan con lupa durante el due diligence.
  3. Perfil del acreedor. También se revisa quién ha prestado el dinero. La deuda pública blanda (como ENISA o CDTI) se valora de forma positiva porque ofrece condiciones flexibles, mientras que la deuda bancaria o con inversores privados puede ser más exigente.

En resumen, tener pasivos no es un problema en sí mismo, siempre que estén bien estructurados, estén alineados con el crecimiento esperado y no comprometan la operativa diaria ni la viabilidad futura de la empresa. Una estructura de deuda transparente, diversificada y sostenible puede incluso jugar a favor durante una ronda, transmitiendo madurez financiera y una gestión profesional del crecimiento.

Los liabilities en la financiación pública: un aspecto crítico

En el contexto de las ayudas públicas, los liabilities cobran una relevancia aún mayor, ya que pueden influir de forma directa en la elegibilidad de una startup para acceder a subvenciones y programas de financiación. Muchos organismos e instrumentos públicos, como CDTI, ENISA o los fondos europeos de Horizonte Europa, imponen requisitos estrictos en cuanto a los niveles de endeudamiento permitidos. Superar ciertos umbrales de deuda puede significar la exclusión directa del proceso de evaluación.

Además, la existencia de deudas con la Administración Pública, ya sea con la Seguridad Social o con la Agencia Tributaria, puede bloquear de forma inmediata la concesión de nuevas ayudas. No basta con tener un buen proyecto; la startup debe demostrar que está al corriente de sus obligaciones fiscales y laborales, y que cuenta con una estructura financiera lo suficientemente robusta como para cofinanciar el proyecto y ejecutarlo con éxito.

Por esta razón, desde Intelectium no solo ayudamos a nuestros clientes a identificar y solicitar las líneas de financiación pública más adecuadas, sino que también trabajamos junto a ellos en la estructuración y optimización de sus pasivos. Este enfoque integral es fundamental para maximizar las oportunidades de acceso a fondos públicos y garantizar una ejecución financiera sólida de los proyectos subvencionados.

Claves para una gestión saludable de liabilities en startups

Una correcta gestión de los pasivos no se limita a pagar a tiempo. Es una disciplina financiera estratégica que impacta directamente en la viabilidad del negocio. Estas son algunas prácticas clave para asegurar una estructura de pasivo sostenible:

1. Monitoriza periódicamente tus ratios de deuda. Llevar un control regular de indicadores como el ratio deuda/capital permite anticipar desviaciones y actuar con rapidez. Esta monitorización también facilita la interlocución con inversores y entidades financieras, que valoran positivamente el rigor en la gestión financiera.

2. Diversifica tus fuentes de financiación. No conviene depender en exceso de un único canal de financiación, especialmente si se trata de deuda bancaria tradicional. Las startups pueden, y deben, combinar diferentes fuentes: subvenciones, deuda pública blanda, inversión en equity, etc. Esta diversidad no solo reduce el riesgo financiero, sino que proporciona mayor flexibilidad en momentos de tensión de tesorería.

3. Negocia siempre las condiciones de tus préstamos. Muchas startups aceptan las condiciones de financiación sin cuestionarlas, pero aspectos como los tipos de interés, los plazos de carencia, las comisiones y, especialmente, las garantías personales exigidas, deben analizarse y negociarse cuidadosamente. Un buen asesoramiento financiero puede marcar la diferencia entre una deuda saludable y una carga difícil de asumir.

4. Cumple estrictamente con tus obligaciones fiscales y laborales. Más allá de evitar sanciones o bloqueos en la obtención de ayudas públicas, estar al día con la Seguridad Social y Hacienda transmite profesionalidad y seriedad. Es una señal de buena gobernanza y aumenta la confianza de socios, inversores y administraciones públicas.

5. Anticipa el impacto de nuevas rondas de financiación sobre el pasivo. Cada ronda de inversión, cada nuevo préstamo o subvención, tiene efectos sobre la estructura del balance. Integrar esta visión en la planificación financiera permite evitar sorpresas y mantener una estructura de capital equilibrada. Además, facilita una narrativa coherente y sólida durante procesos de due diligence.

Entender y gestionar adecuadamente los liabilities es una habilidad financiera clave para cualquier fundador, CFO o gestor de startup. No es solo una cuestión contable: impacta directamente en la viabilidad del negocio, en la capacidad de captar inversión, en el acceso a financiación pública y, en última instancia, en el éxito de la empresa.

En Intelectium ayudamos cada día a startups y scaleups a estructurar de forma inteligente su financiación, optimizando el equilibrio entre deuda, subvención y equity. Si necesitas asesoramiento profesional para gestionar tus liabilities y optimizar tu estrategia de financiación, contacta con nosotros.