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En Intelectium, hemos analizado cientos de modelos junto a fondos de inversión, business angels y family offices. Y hay algo que se repite siempre: En menos de 5 minutos, un inversor sabe si hay algo que no encaja.
En este artículo recopilamos las señales de alerta más comunes que los inversores detectan enseguida y que, muchas veces, pasan desapercibidas para los fundadores y cómo evitarlas desde el inicio. Porque, un modelo con errores o sin coherencia no solo daña la credibilidad del equipo: muchas veces directamente cierra la puerta a la ronda.
1. Costes operativos subestimados: “demasiado bonito para ser verdad”
¿Cuál es el problema?
Un modelo en el que los costes operativos parecen irrisorios, los sueldos son muy bajos para el tipo de talento que se requiere, o no hay gastos en marketing en una fase de adquisición... es un modelo que no se cree nadie. Si se prevé facturar 2M€ en año 2 y el presupuesto de marketing es de 20.000€, algo no cuadra.
¿Qué imagen transmite?
Falta de realismo. Y peor aún: desconocimiento operativo. Un inversor puede pensar que el equipo no ha gestionado nunca una empresa real y que subestima la complejidad de escalar.
¿Cómo evitarlo?
Estimar los costes de forma realista. Para eso, ayuda contrastarlos con benchmarks sectoriales, entrevistas con otros fundadores y validaciones con advisors. No es malo tener pérdidas al inicio: lo grave es maquillar la realidad.
2. Falta de lógica en los ingresos: ¿cómo vas a vender eso?
¿Cuál es el problema?
Proyecciones de ingresos que crecen de forma exponencial sin explicar el motor de ese crecimiento. Si la startup pasa de 10.000 € a 1.000.000 € en 12 meses sin cambiar el tamaño del equipo comercial, sin inversión en adquisición o sin ampliar canales, el crecimiento parece un acto de fe.
¿Qué imagen transmite?
Falta de rigor. El modelo puede parecer un excel para justificar una valoración deseada, no una proyección realista construida con lógica comercial.
¿Cómo evitarlo?
Trabajar con funnel de ventas, tasas de conversión, ramp-up de comerciales o tasas de churn. Si se crece, debe haber un motor claro detrás: inversión en captación, partnerships, canales nuevos, etc.
3. Cash flow desalineado: no calcular cuándo se queda sin caja
¿Cuál es el problema?
Modelos sin una correcta previsión de cash flow mensual o sin calcular el "runway" (mes en que la empresa se queda sin caja). Este dato es clave para definir cuánto se quiere levantar y cuándo.
¿Qué imagen transmite?
Inmadurez financiera. Si el equipo no sabe cuánto tiempo aguanta con la caja actual, difícilmente podrá planificar rondas futuras o priorizar recursos.
¿Cómo evitarlo?
Construir un cash flow operativo bien calendarizado, donde se vea el desfase entre ingresos y cobros, gastos reales y necesidades de tesorería mes a mes. Y sobre todo: mostrar cómo la ronda ayuda a cubrir ese gap.
4. Equipo infradimensionado o sobredimensionado
¿Cuál es el problema?
Algunos modelos proyectan crecer sin contratar a nadie más. Otros, lo contrario: montan un equipo de 25 personas en el primer año con ingresos mínimos. En ambos casos, la estructura no está alineada con la fase del negocio.
¿Qué imagen transmite?
Desconexión con la realidad operativa. Los inversores buscan equipos ajustados, eficientes y que escalen por etapas, no saltos de fe.
¿Cómo evitarlo?
Definir bien roles críticos, contratar cuando realmente se necesita y vincular cada contratación a un milestone de negocio: lanzamiento, crecimiento, internacionalización...
5. Sin coherencia entre métricas clave
¿Cuál es el problema?
Modelos que proyectan MRR pero no reflejan churn. CACs desalineados con ARPU. Un LTV/CAC altísimo pero sin justificación. Estas incoherencias muestran que el modelo no está interconectado.
¿Qué imagen transmite?
Desconocimiento de las métricas clave. Los fondos esperan ver un modelo donde todas las variables estratégicas están bien definidas y relacionadas entre sí.
¿Cómo evitarlo?
Diseñar el modelo desde la lógica del negocio: un embudo de adquisición coherente, con CAC, LTV, MRR y churn conectados. El excel debe reflejar la historia del negocio, no solo sumar filas.
6. Sin escenarios alternativos ni sensibilidad
¿Cuál es el problema?
Un único escenario proyectado a 3 años con crecimiento ideal. Nada de sensibilidad ante ingresos más bajos, retrasos o costes adicionales. ¿Y si algo va mal?
¿Qué imagen transmite?
Optimismo excesivo o falta de planificación. El inversor necesita entender cómo afectará al negocio un retraso en la ronda, o que el CAC sea el doble.
¿Cómo evitarlo?
Simular distintos escenarios: base, pesimista, optimista. Añadir análisis de sensibilidad sobre ingresos, márgenes, costes clave. Mejor aún si el modelo lo permite de forma dinámica.
Conclusión: tu Excel es tu espejo
Un inversor profesional necesita poco tiempo para saber si está ante un equipo que entiende su negocio en profundidad. Tu modelo financiero es tu carta de presentación operativa y estratégica. Si no refleja un dominio completo del modelo de ingresos, costes, inversión y dilución, el “no” será rápido.
Desde Intelectium ayudamos a startups a construir modelos que no solo cierran rondas, sino que sirven como herramienta real de gestión. No se trata de vender humo. Se trata de convencer con números reales, consistentes y alineados con una visión clara de futuro.