
Uno de los aspectos más frecuentes que se preguntan los emprendedores al plantearse levantar una ronda de inversión es: ¿cuánto tiempo puede durar el proceso?
En este artículo te explicamos los tiempos típicos, factores que influyen y buenas prácticas para optimizar cada etapa.
Levantar capital es uno de los hitos más decisivos, y exigentes, para una startup en crecimiento. El dinero que entra posibilita acelerar el producto, reforzar el equipo y abrir nuevos mercados; sin embargo, el proceso de búsqueda exige disciplina, método y una narrativa muy bien afinada.
Antes de lanzar la ronda, la pregunta es inevitable: ¿cuánto tiempo llevará realmente? No existe una respuesta universal, aunque nuestra experiencia revela patrones claros que conviene conocer.
¿Qué entendemos por “ronda de inversión”?
Una ronda de inversión no se limita a recibir un cheque: es la formalización de una alianza estratégica entre la startup y los futuros inversores. Durante el proceso se definen expectativas, derechos, obligaciones y planes de creación de valor a medio plazo.
Los fondos provienen, por lo general, de business angels, fondos de venture capital o family offices. Cada tipología aporta no solo capital sino, y sobre todo, red de contactos, credibilidad y experiencia sectorial. Por ello, elegir bien los socios resulta tan relevante como la cifra levantada.
La ronda suele enlazarse con hitos clave: validar un MVP, escalar un modelo ya probado o consolidar una expansión internacional. Determinar el momento óptimo para abrirla es esencial para optimizar los tiempos y maximizar la valoración.
Duración media: de tres a nueve meses
La horquilla habitual se sitúa entre tres y nueve meses. El intervalo varía según la madurez de la compañía, la solidez de sus métricas, la red de contactos y la coyuntura del mercado.
En épocas de liquidez abundante (como en 2021) muchas operaciones se cerraban en menos de cuatro meses; en contextos de mayor cautela (2024-2025), los inversores piden más pruebas de rentabilidad y la duración se alarga.
Según datos de Crunchbase Insights (2024), el número medio de reuniones necesarias para cerrar una ronda seed oscila entre 20 y 30 reuniones con inversores. Además, el 70 % de los fundadores subestima el tiempo necesario para levantar capital, lo que lleva a procesos más largos de lo esperado.
Las cuatro fases críticas y sus tiempos reales
Aunque cada ronda de inversión tiene sus matices, el proceso suele dividirse en cuatro fases bien diferenciadas. Cada una de ellas conlleva tareas específicas, tiempos estimados y retos particulares que pueden marcar la diferencia entre cerrar la ronda con éxito o ver cómo se diluye el interés. A continuación, desglosamos cada fase con los tiempos reales que observamos habitualmente en startups tecnológicas.
Preparación estratégica (1-2 meses).
En esta etapa se construye el mensaje, se pule el deck, se modeliza la valoración y se estructura el data room. Una preparación exhaustiva ahorra incontables correos de aclaración y refuerza la confianza de los inversores desde el primer minuto.
Roadshow con inversores (4-12 semanas).
Comienza el ping-pong de correos, llamadas y reuniones. La velocidad depende de la segmentación previa: si contactas a fondos alineados con tu vertical y estadio, las conversaciones avanzan rápido; si “disparas al aire”, se pierden semanas valiosas.
Due diligence (6-8 semanas).
Cuando un inversor firme expresa interés, activa una auditoría legal, fiscal, financiera y tecnológica. Un data room ordenado —contratos, cap table, KPIs— minimiza fricciones. Cada documento pendiente introduce días (a veces semanas) de demora.
Cierre y desembolso (2-4 semanas).
Firmado el term sheet, se negocia el pacto de socios y se formaliza la ampliación de capital ante notario. Coordinar agendas de abogados, fundadores y lead investor resulta crucial para no encallar en el tramo final.
Aceleradores clave del proceso vs errores que disparan los plazos
La tracción es el factor que más convence: un crecimiento mensual consistente y un churn bajo reducen drásticamente la percepción de riesgo. Si, además, un lead investor reputado firma primero, la ronda coge velocidad de crucero; su validación arrastra al resto y acorta plazos.
También acelera disponer de un calendario de comunicación claro: actualizaciones quincenales mantienen vivo el interés y evitan que el inversor “se enfríe”. Por último, contar con un asesor especializado simplifica negociaciones y aporta credibilidad externa.
Por su parte, el tropiezo más frecuente es fijar una valoración desorbitada sin métricas que la respalden. Esto obliga a renegociar a mitad de camino y, en ocasiones, a perder al inversor interesado.
Otro error clásico es subestimar la carga documental: planes financieros inconsistentes, contratos laborales sin regularizar o propiedad intelectual poco clara añaden semanas de dudas y verificaciones.
Por último, la falta de alineación interna puede ser letal. Si los fundadores presentan mensajes diferentes sobre control o dilución, el inversor detecta falta de cohesión y frena en seco.
Cómo influye el estadio de la ronda
En pre-seed prima la visión y la química con el equipo; algunas operaciones se firman en un par de meses, aunque los tickets suelen ser pequeños.
En seed, la tracción mínima (usuarios activos, primeros ingresos) ya pesa. Los inversores exigen datos, pero el proceso sigue siendo ágil si el mercado y el equipo convencen.
En Serie A y posteriores, el listón sube: se analizan cohortes, retención, eficiencia de gasto y gobierno corporativo. Las startups deben mostrar un camino creíble hacia rentabilidad, y los plazos se estiran hasta los nueve meses o más.
El poder del lead investor
El lead investor no solo firma el ticket más grande: define la valoración, condiciones y governance, actuando como sello de calidad ante otros fondos. Elegir un lead no alineado con la visión puede bloquear decisiones estratégicas durante años; elegirlo bien acelera el cierre y aporta credibilidad instantánea.
A la hora de seleccionarlo, analiza su histórico de follow-ons, su peso en consejos de administración y la afinidad cultural con el equipo. Un buen lead es, ante todo, un socio a largo plazo.
La carpeta imprescindible del founder
Un pitch deck de 10-12 slides enfocado en problema, solución, mercado y tracción abre puertas. Y, un plan financiero que conecte la cuenta de resultados, el balance y el flujo de caja evita preguntas incómodas. Además, un cap table limpio muestra transparencia y profesionalidad.
Completa el data room con estatutos, pactos, contratos clave y métricas mensuales actualizadas. A menudo, las startups subestiman el tiempo que lleva compilar estos documentos; reunirlos antes de empezar puede ahorrar semanas en due diligence.
De hecho, más del 60 % de los cierres exitosos analizados por Crunchbase se producen cuando el CEO dedica al menos el 50 % de su tiempo exclusivamente al fundraising durante el proceso. Esto demuestra la importancia de que el equipo fundador esté volcado de lleno en la ronda para transmitir seguridad, foco y compromiso a los potenciales inversores.
Una ronda de inversión se parece más a una carrera de relevos que a un sprint: cada fase depende de la anterior y un fallo al pasar el testigo puede costar semanas. La clave está en planificar con margen, alinear al equipo, preparar toda la documentación y apoyarse en socios expertos.
¿Listo para acelerar tu ronda?
Desde nuestro servicio de CFO externo apoyaremos a tu empresa en la captación de inversión privada, preparando los materiales financieros para la ronda de inversión, el listado de potenciales inversores o fondos de capital riesgo más adecuados para el proyecto y te acompañaremos en todas las reuniones para defender la parte financiera.
Y más allá de toda la ayuda en el momento de la ronda de inversión, ofrecemos a los emprendedores una persona de confianza que les da visibilidad de la situación financiera de la compañía en todo momento, controla la entrada y salida de capital, el flujo de caja, para poder tomar decisiones mucho más precisas y preveer necesidades de capital con el tiempo suficiente.
¿Qué incluye nuestro servicio de Strategic CFO?
- Preparación del modelo financiero y de los materiales para inversores. Desarrollo de un modelo financiero a 5 años y perfeccionamiento de un deck detallado
- Listado personalizado de inversores y fondos de capital riesgo en función del negocio, sector y estado del proyecto
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- Asesoramiento en cuestiones como la valoración pre-money, los eventuales ratchets, el pacto de socios desde la perspectiva de negocio y cualquier otro aspecto económico-financiero y contable
- Supervisión y elaboración de la documentación de reporting a inversores